La opinión de la Guía Michelin
En este marco grandioso los monjes de Admont construyeron, en el s. XV, este santuario para perpetuar la devoción a la reliquia de la Preciosa Sangre (Heiliges Blut). Se cree que la reliquia llegó en el s. X de manos de Briccius, oficial de la corte imperial de Bizancio, que reposa en la cripta. El presbiterio y la nave son góticos y están cubiertos por bóvedas reticuladas y estrelladas. Los objetos esenciales del mobiliario son el gran retablo del altar mayor y un ciborio gótico de piedra arenisca clara.