Si hay un lugar que represente a Estados Unidos para los viajeros del mundo, es el Gran Cañón de Arizona. Este Parque Nacional (4.931km2), localizado en el noroeste de Arizona, se extiende desde Lees Ferry, en la Zona Recreativa Nacional de Glen Canyon, hasta los Acantilados Grand Wash al oeste, en la Zona Recreativa Nacional de Lake Mead. Las aguas de siete Estados del Oeste (Arizona, Utah, Nuevo México, Colorado y Wyoming, más Nevada y California por debajo del Gran Cañón) desembocan en el poderoso río Colorado, 233km desde su nacimiento en las Rocosas (Colorado) hasta el Golfo de California (México). El poderoso caudal del río Colorado y la erosión del viento y el agua esculpieron el Gran Cañón durante varios eones. Es posible observar una franja gigante de la historia geológica de la Tierra en los coloridos estratos de sus paredes rocosas (casi 2km de altura). No es el cañón más profundo del planeta, pero es famoso en el mundo entero por su inmenso y laberíntico paisaje rocoso. Al amanecer y al atardecer, el sol resalta los tonos vivos de las paredes del cañón. Las franjas verdes, azules, púrpura, rosas, rojas, naranjas, doradas, amarillas y blancas definen una sucesión de antiguas capas de roca. En la actualidad, alrededor de 5 millones de turistas visitan el Parque cada año. Su impacto en el entorno ha hecho que el Servicio de Parques Nacionales considere tomar medidas drásticas para protegerlo.