Este valle largo tiempo aislado en el corazón de los montes Wicklow fue el lugar al que vino san Kevin en busca de soledad y en el que fundó un monasterio que habría de convertirse en un importante centro de peregrinación antes de atraer a multitudes de turistas. El valle de Glendalough es sin duda uno de los sitios monásticos más evocadores de Irlanda y las montañas de los alrededores un lugar ideal para la práctica del senderismo.