Esta encantadora calle, una de las más pintorescas de la ciudad, es un lugar emblemático del viejo Gdansk. Prácticamente arrasada durante la guerra, en los años 70 la calle -incluidas fachadas, escalinatas, rejas y rótulos- fue meticulosamente reconstituida. En ella se concentran hoy la mayoría de las tiendas de recuerdos y joyas de ámbar.