La opinión de la Guía Michelin
El excepcional interés de la iglesia del Carmine de Florencia reside en la extraordinaria serie de frescos que decoran los muros de la capilla Brancacci. Ejecutados por tres artistas diferentes, retoman la escena del pecado original y de la vida de san Pedro. Pese a ello, la pequeña capilla es célebre ante todo por el genio innovador de Masaccio, discípulo de Masolino.