El historiador Bernardo Davanzati adquirió el palacio Davanzati (s. XIV), un alto y estrecho edificio de tres plantas, en el s. XVI. Restaurado a principios del s. XX, el palacio conserva un bonito mobiliario de los ss. XIV, XV y XVI, tapices y obras de arte, ofreciéndonos una imagen bastante fiel de cómo vivían los florentinos pudientes. También sirve de marco a diversas exposiciones.