La iglesia franciscana de la Santa Cruz se empezó a construir en 1295 según proyecto de Arnolfo di Cambio, mientras la fachada neogótica data del s. XIX. El interior está organizado en torno a un presbiterio rodeado por diez primorosas capillas. Mención especial merece la capilla Bardi, recubierta de frescos sobre la vida de san Francisco realizados por Giotto y que alberga un Crucifijo de madera de Donatello. La preciosa capilla de los Pazzi deja patente la maestría alcanzada por Brunelleschi.