Un joya que ha recobrado todo su esplendor gracias a la magnífica restauración, a la vez que una madraza "modelo" por la escrupulosa organización de sus diferentes espacios. Todo gira entorno a un patio central del s. XIV: la sala de oración, las habitaciones de los estudiantes que dan a las galerías interiores y las aulas. La madraza Bou Inania tiene sin embargo una peculiaridad, es la única que tiene una mezquita, de la que podrá admirar el magnífico alminar.