La rehabilitación de un monumento es siempre un momento de intensa emoción, particularmente en Fléchères, donde ésta estuvo acompañada de numerosos hallazgos. La arquitectura exterior, para empezar, no deja de sorprender por su originalidad: no en vano se trata de un raro ejemplar de castillo construido alrededor de un templo protestante. Tampoco le va a la zaga el interior, con magníficos frescos que decoran diez de las estancias del castillo y que van reapareciendo, según avanza la restauración, cuatro siglos después de su ejecución.