La opinión de la Guía Michelin
Pasado el aeropuerto, un puente permite cruzar el estrecho que separa Tromsøya de Kvaløya, una isla montañosa apreciada por los senderistas adeptos a las cuestas empinadas. Tome la carretera 862. A unos kilómetros de pasar Eidkjosen, tome a la derecha hasta Ersfjordbotn, un magnífico y estrecho fiordo encajonado entre dos macizos montañosos que se hunden en el mar. El lugar es conocido por ser punto de observación de las auroras boreales y punto de partida de las excursiones por mar para avistar ballenas.