La opinión de la Guía Michelin
La vista se va inevitablemente hacia los cuatro alminares de la mezquita de los Tres Balcones, erigida a mediados del s. XV durante el sultanato de Murat II. Ninguno se parece, pero el más destacado, el más tardío, el más alto y el que da nombre al edificio presenta tres galerías (o balcones). Esta mezquita supone un cambio estilístico: es la primera vez que se opta por una amplia planta central cubierta por una gran cúpula. La experiencia fue todo un éxito, y a pesar de que los pilares resultan un poco pesados, la sala de oración resulta espectacular.