Principalmente del s. XV, las ruinas formaban parte de un colegio fundado por Archibald the Grima, tercer conde de Douglas, sobre el emplazamiento de un convento anterior de benedictinos (s. XII). El presbiterio, que carece de cubierta, alberga escudos de armas y bellas esculturas, como la tumba (comienzos del s. XV) muy decorada de la mujer del cuarto conde, la princesa Margarita, una de las hijas de Roberto III. Cerca de allí, un fuerte normando domina los restos de un jardín de trazado complejo.