En el Salón de las Ciencias Matemáticas y Físicas queda plasmado el genio creativo de los científicos mediante relojes y otros instrumentos datados entre los siglos XVI y XIX. Pueden admirarse diferentes tipos de relojes (de sol, de arena, de pared...), destacando en particular el reloj planetario (1569) del príncipe Augusto, realizado en Marburgo por Eberhard Baldewein. El museo conserva también un telescopio de estilo rococó (1742).