Encaramadas sobre un precipicio en la confluencia del Danubio con el Morava, las ruinas del castillo de Devín nos ofrecen una de las imágenes más bellas del país. Los restos del fuerte, que fue tomado por Napoleón en 1809, dejan constancia de más de 2.000 años de ocupación. Además es el escenario elegido por numerosos festivales, infórmese.