La opinión de la Guía Michelin
Las ruinas de la abadía de Cong, en el emplazamiento de un primer monasterio construido en el s. VI o VII, merecen el paseo. Aquí fue donde murió, en 1198, Rory O'Connor, último alto rey de Irlanda. De esta época datan la bonita portada románica y alguno de los capiteles del claustro, inmerso en una gran serenidad. La casa de pesca demuestra el admirable sentido práctico de los monjes: el agujero en el suelo servía para tirar la tanza y, cuando el pez mordía, un sistema accionaba la campanilla que avisaba en la cocina.