La construcción de este imponente fuerte de piedra, que duró 40 años (1731-1771), fue emprendida por la Compañía de la Bahía de Hudson (CBH o HBC) para proteger el tráfico de pieles. Tras la derrota de Nueva Francia en las llanuras de Abraham en 1759, el temor decayó. Pero el monopolio de la CBH fue atacado desde el interior por un grupo de comerciantes montrealeses, que más tarde fundaría la Compañía del Noroeste. En 1782 una flota francesa atacó el fuerte, que por aquel entonces se encontraba bajo el mando de Samuel Hearne. La mayor parte de la guarnición se encontraba en el interior de las tierras, intentando impedir que los traficantes de Montreal se hicieran con las pieles. A Hearne, que ignoraba que Inglaterra y Francia estaban nuevamente en guerra, no tuvo más remedio que capitular, sin que hubiera un solo disparo. El comandante francés La Pérouse minó los muros e incendió la fortaleza; a pesar de que los franceses no tardaron en marcharse, el fuerte no volvió nunca a ser utilizado, ya que la CBH prefirió instalarse río arriba.