Remontando el curso del río Zaña, se atraviesa una hermosa selva tropical donde emergen las ruinas de una antigua ciudad colonial, fundada en 1563 por los españoles. Saqueada por los piratas a finales del s. XVII, Zaña fue abandonada paulatinamente, antes de ser arrasada por una terrible inundación en 1720. Actualmente es posible pasear entre las ruinas de esta ciudad muerta, en medio de los silenciosos restos de iglesias, conventos, calles y plazas abandonadas.