Tras recorrer la estrecha y sinuosa carretera que discurre por encima de las gargantas de Champagny se llega al espectacular valle de Champagny-le-Haut, con sus vertientes completamente peladas. Los alrededores nos reservan algunas sorpresas como, por ejemplo, la cascada de la Gurre (antes de llegar a La Chiserette, a mano izquierda) y el glaciar de la Grande Motte (pasando La Chiserette). En la aldea de Le Bois podremos visitar el Espacio Glacialis, dedicado a los glaciares.