Esta iglesia se construyó a finales del s. XI o principios del s. XII. Saqueada y mutilada durante los ss. XV y XVI, fue reformada en torno a 1850. Su nave se cubrió entonces con una bóveda de aristas que oculta la cubierta del s. XV. El edificio, de granito, destaca por sus imponentes dimensiones. El interior sorprende por la armonía de sus proporciones, siendo el presbiterio su parte más interesante. Fíjese en el retablo de santa Valeria (s. XVII) y en un tríptico perteneciente a la escuela flamenca (s. XV).