El incendio sufrido por el palacio de Cesvaine en 2002 no fue fatal. Las obras de restauración, que aún no han terminado, le están devolviendo poco a poco toda su elegancia. El barón Adolf von Wulf, que mandó construir el palacio en el s. XIX, descansa en el romántico parque que lo rodea y donde cohabitan unas 70 especies de árboles.