Encargado por Carlos III de Borbón a Luigi Vanvitelli, es un enorme bloque rectangular articulado en torno a cuatro patios interiores conectados mediante un magnífico vestíbulo. La gran escalera de honor conduce a los suntuosos aposentos reales, amueblados en estilo neoclásico. Se visitan los aposentos del s. XVIII, con bóvedas cubiertas de frescos (de J.P. Hackert) sobre las cuatro estaciones, y los deliciosos aposentos de la reina, amueblados y decorados en estilo rococó.