El palacio de los Trencavel, del s. XII, fue transformado en ciudadela después de 1226. Desde el reinado de san Luis, un inmenso foso y una barbacana de planta semicircular lo convierten en una fortaleza dentro del recinto amurallado. Su interior alberga un museo lapidario (ver el calvario de Villanière) y dos patios interiores de gran belleza arquitectónica realzada por numerosas torres (muralla oeste). En la segunda planta, una película y una exposición presentan las obras de restauración de Viollet-le-Duc.