La opinión de la Guía Michelin
El Museo de Liwan propone una convincente inmersión en un interior burgués de la época colonial (finales del s. XIX, principios del s. XX), antes de que estallara la Revolución. Lo primero que llama la atención son las delicadas vidrieras de las ventanas, que permiten la entrada de una luz tornasolada. Una lámpara de petróleo, un electrófono, el mobiliario de las habitaciones reflejan el origen occidental de sus moradores, mientras que las fiambreras para fideos de la cocina que se llevaban a los vendedores ambulantes para que las llenaran nos acercan al espíritu cantonés.