La opinión de la Guía Michelin
La "cueva del buey marino" fue el último refugio de la foca monje del Mediterráneo entre la llegada de los primeros veraneantes a las playas en los años 50 y su desaparición del golfo a finales de los 70. La cueva, formada por una red de galerías de 16 km dividida en dos brazos, encierra espectaculares concreciones, lagos y un conjunto de grabados neolíticos.