La opinión de la Guía Michelin
Este edificio barroco, aunque románico en origen, destaca por su esbelta fachada flanqueada por dos torres y precedida por un pronaos neoclásico de Jakob Pirchstaller (1783). El interior, cuyos dorados intensifican la luz, está decorado con mármoles, estucos y frescos de Paul Troger. El bonito claustro románico con bóvedas de arista presenta interesantes frescos de los ss. XIV y XV.