La opinión de la Guía Michelin
Según la leyenda, esta escalera de 187 escalones tallados en el acantilado (cerrada cuando el viento arrecia en exceso) fue construida en 1420 por Alfonso V de Aragón con el fin de conquistar Bonifacio. Por suerte, una valiente vecina hizo fracasar la maniobra y la ciudad no fue tomada. En realidad, la escalera es anterior a estos acontecimientos y servía para acceder al pozo de Saint-Barthélémy, reserva de agua potable para la ciudad.