La opinión de la Guía Michelin
Asentado en un valle polvoriento, el pueblecito de Bélapátfalva custodia uno de los tesoros mejor preservados del arte cisterciense húngaro. Un camino conduce a la abadía cuya iglesia, restaurada en el s. XVIII y rodeada de vegetación, aparece casi intacta. En el exterior pueden verse los cimientos de la abadía, que se descubrieron en 1964.