La iglesia de San Pedro (s. XII) fue un importante lugar de peregrinación. El edificio de arenisca es un compendio de influencias arquitectónicas procedentes de Lemosín y el Suroeste de Francia. Su belleza radica sobre todo en la magnífica portada meridional (s. XII), que está considerada como una de las primeras obras maestras de la escultura románica. En el interior de la iglesia, el tesoro custodia una excepcional talla de madera revestida de plata de la Virgen con el Niño (s. XII).