La opinión de la Guía Michelin
Eduardo I de Avis soñaba con un enorme panteón para él y sus descendientes. Hoy es el único que descansa en estas capillas inconclusas a cielo abierto. Los famosos pilares inacabados separan siete capillas radiales que dan a la rotonda octogonal, cuya portada presenta una decoración manuelina excepcionalmente recargada; además los pilares están recubiertos de motivos tallados en la piedra que contrastan con la sobriedad del balcón renacentista, añadido al cuerpo superior por el rey Juan III en 1533.