El yacimiento de Huari (o Wari), en las tierras altas de los Andes centrales, albergó sin duda la capital del poderoso reino de los huari (700-1000 d.C.). En su momento contaba con cerca de 50.000 habitantes. Los actuales vestigios revelan una ciudad de planta circular. Las ruinas, muy estropeadas e invadidas por una vegetación de monte bajo espinoso, cubren una superficie de 15 a 20 km2, de los que sólo una pequeña parte se ha sacado a la luz.