Oteando la cuenca de Cumberland, el valle del río Missiguash y las marismas de Tantramar, este antiguo fuerte francés (mediados del s. XVIII) destaca por las espectaculares vistas que ofrece de la región. Se alza sobre el istmo de Chignecto, una estrecha franja de tierra que une Nuevo Brunswick a Nueva Escocia y que constituía antaño la frontera entre los territorios franceses y británicos. Los pocos restos que quedan dan fe de su turbulenta historia durante el conflicto anglo-francés. Los primeros que se instalaron en la región fueron los acadianos (en 1672), dándole el nombre de Beaubassin ("cuenca hermosa") y ganándole terreno al mar gracias a un astucioso sistema de diques. Tras la cesión de Nueva Escocia a Inglaterra en 1713 por el Tratado de Utrecht, los acadianos se vieron envueltos en un conflicto de fronteras entre franceses e ingleses, y acabaron siendo expulsados del territorio por la Orden de Deportación de 1755. El fuerte fue declarado patrimonio histórico nacional en 1926.