Para ir a observar las ballenas, pasará frente a este pequeño islote paradisíaco, de lujuriante vegetación. Una serie de senderos conducen hasta sus riberas vírgenes. Aunque debe saber que numerosas agencias tienen esta excursión programada y las manadas de turistas desembarcan para almorzar en la isla. La invasión le hace perder su encanto; elija cuidadosamente sus horarios de visita.