Allanche y montes del Cézallier
Imagen del lugar
La Guía Verde
La opinión de la Guía Michelin
Un extraño encanto se desprende de estos extensos pastizales donde los volcanes no presentan conos ni cráteres. Los bordes de la meseta se deslizan suavemente quedando cortados por valles encajonados. Cuando llega la primavera el manto de junquillos y campanillas deja paso a un desierto verde salpicado de cabañas y alguna que otra aldea. En verano cientos de animales, encabezados por la vaca salers, son traídos hasta aquí para que puedan disfrutar de los buenos pastos. El Cézallier hará las delicias de los aficionados al esquí de fondo y a los paisajes contemplativos.
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