La opinión de la Guía Michelin
Enmarcada por cipreses, la encantadora capilla de los Penitentes Grises se erigió entre 1360 y 1400. Pasto de las llamas en 1575, fue reconstruida en 1607 con un estilo barroco. Durante la Revolución fue utilizada como almacén para el forraje: y esto es sin duda lo que salvó de la destrucción el delirante retablo de la Pasión de Cristo tallado por Jean Sabatier en 1688.