La opinión de la Guía Michelin
Entre dos landas salpicadas de bloques rocosos, la carretera va subiendo sinuosa hasta el puerto de Healy ofreciéndonos -cuando el día está despenado- unas impresionantes vistas del lago al fondo. Una vez llegado al puerto, que está presidido por un Crucifijo, podrá recrearse en las vistas a ambos lados de la península.