El nombre de Laponia basta por sí solo para hacer volar la imaginación. La parte septentrional de la península escandinava está poblada por los samis y sus territorios (Sápmi) se extienden desde la costa occidental de Noruega en dirección norte y este hacia Suecia y Finlandia llegando hasta Rusia. Este inmenso territorio salvaje de montes erosionados, pantanales, praderas desplegadas hasta el infinito, silenciosos lagos y anchos y refulgentes ríos, ejerce una atracción cada vez mayor entre los urbanitas europeos, acogiendo a cada vez más turistas.