La opinión de la Guía Michelin
De origen manchú, los Qing se impusieron de 1644 a 1911, colonizando la Mongolia interior, el Turquestán chino y el Tíbet. El declive de su vasto imperio, difícil de controlar, significará el final de un largo ciclo de dinastías. Los emperadores Qing y la emperatriz Cixi descansan en este majestuoso enclave situado a 125 km de Pekín, lo que le garantiza una cierta tranquilidad. La visita se realiza en un contexto sereno, a su ritmo, paseando entre los palacios, cuyos sótanos nos reservan preciosas esculturas, muchas veces más interesantes que las de las tumbas Ming, que suelen estar repletas de gente.