La opinión de la Guía Michelin
Este parque natural de 106.105 hectáreas fue antaño utilizado por los contrabandistas que traficaban entre España y Portugal atravesando el Duero. Hoy toda la zona es un santuario ornitológico: águilas reales, buitres leonados y cigüeñas negras sobrevuelan plácidamente las cascadas y los acantilados de granito. Y si quiere respirar aire puro y descubrir el parque nada mejor que hacer un crucero por el Duero desde Aldeadávila.