Extremo más occidental de Bretaña, y por lo tanto de Francia metropolitana, Ouessant es un auténtico "finis terrae". Para visitar esta isla posada en el punto donde el Atlántico se encuentra con el Canal de la Mancha, hay que franquear un mar bravío (¡queda avisado!). Nada más pisar tierra firme se aprecia el carácter único y fuerte de esta tierra, protegida desde 1969 en el marco del parque natural regional de Armórica. La rudeza y grandiosidad de sus paisajes le dejaran recuerdos inolvidables.