Desde 1870, este acogedor hotel restaurante forma parte del corazón de esta localidad pintoresca, junto a la iglesia y la casa del párroco.
"Placer infinito" es el lema de este elegante hotel de gestión familiar. Deliciosa cocina, preparada con creatividad y productos frescos, combinada con servicio personalizado y el máximo confort. Tradicionales por fuera y modernos por dentro, el restaurante y las habitaciones fueron diseñados pensando en su comodidad.
Convenientemente situado cerca de la frontera con Bélgica, entre las ciudades de Maastricht y Aachen y rodeado por la maravillosa naturaleza de Limburgo, el hotel es ideal para todo tipo de estancias.