En una propiedad románica y llena de encanto, este castillo del siglo XV está rodeado por amplios fosos donde viven patos, garzas y cisnes.
Custodiado por unas murallas y una cárcel, el Château de Vaulogé, con sus torres y torreones, se amplió en el siglo XIX siguiendo el estilo neogótico.
El encanto y el refinamiento de sus salones y dormitorios fascinarán a los huéspedes que busquen calma y serenidad.