Este establecimiento ocupa un convento renovado con un encanto auténtico y se encuentra en los pintorescos alrededores de la encantadora ciudad de Durbuy.
El alojamiento, de ambiente tranquilo y entorno idílico, presenta interiores decorados con elegancia y calidez. La puerta de entrada da acceso a un gran edificio rodeado por un verde jardín y murallas antiguas. Los bosques de la zona son ideales para practicar senderismo y ciclismo. También es posible visitar las localidades típicas de los alrededores o dar un paseo junto al río. En el centro histórico se pueden recorrer calles cautivadoras y monumentales.
Las habitaciones son elegantes y están totalmente equipadas.