Este hotel ocupa un antiguo palacio con encanto situado en el centro de la hermosa localidad histórica de Albarracín.
Las habitaciones del Hotel Albarracín son confortables, sencillas y luminosas. Presentan detalles rústicos originales como suelo de cerámica y techo de madera.
Los huéspedes pueden pasear hasta el bien conservado centro de la ciudad, que alberga catedrales y palacios.
También se puede pasar el día en los entornos vírgenes de las montañas cercanas o ir en coche hasta la vecina Teruel.
El Hotel Albarracín alberga un restaurante que sirve platos locales para la cena. Servicio de restaurante sujeto a calendario de apertura.