Para reducir el consumo adapta tu conducción a las peculiaridades de cada carretera
En primer lugar, la ciudad, un entorno especialmente “energívoro” por la cantidad de paradas que impone. En este caso, anticiparse a los semáforos y subir de marcha rápidamente pueden reducir el consumo de combustible.
Rodear las aglomeraciones por las carreteras comarcales puede ser también otra solución. En ese caso es importante tener en cuenta la orografía. Te mostramos cómo aprovecharlo mejor:
- No hay que acelerar en las bajadas.
- Durante las bajadas acelera solamente si a continuación hay una subida importante para no tener que volver a acelerar al llegar a la subida.
- Acelera justo lo justo para franquear una subida y mantener un régimen constante.
Estos consejos se aplican igualmente en carreteras nacionales y autopistas. Este tipo de carreteras, mucho menos sinuosas, ayudan a reducir el consumo. Sobre todo en las carreteras nacionales donde la velocidad máxima permitida es menor que en las autopistas.
En general, mantener una velocidad constante, con la ayuda del regulador si es necesario, es la clave del ahorro.