Nuestros consejos si conduces con la moto cargada

El comportamiento en carretera de una moto varía considerablemente según su carga y el peso total transportado. Circular con equipaje requiere pues algunas precauciones, tanto antes como durante y después del trayecto.
Nuestros consejos si conduces con la moto cargada
©A. Millès/Michelin

El estilo de conducción debe cambiar

Cuidado con la adherencia a la calzada, alterada por el desplazamiento del centro de gravedad y el aumento del peso total. Las reacciones de las suspensiones pueden provocar efectos indeseados en la dirección: tambaleos, desvíos de la trayectoria, falta de precisión…

De la misma manera, una mayor resistencia al viento puede ser la causa de que la moto dé bandazos, sobre todo si el viento sopla racheado. Cuidado con el viento y con las turbulencias al adelantar camiones de gran tonelaje. Aunque pudiera parecer lo contrario, el hundimiento de la suspensión reduce la adherencia, sobre todo en las curvas, cuando el caballete toca el asfalto antes de lo acostumbrado. Si circulas por ciudad, ten presente el ancho del equipaje cuando te cueles entre los coches.

La falta de reprís dificulta los adelantos sin un buen impulso inicial. Olvida tus viejos reflejos, sobre todo si tu moto sin carga es ligera. Con la moto cargada, no se puede adelantar igual de fácil.

De forma general, entrénate con la carga que vas a llevar en tu viaje y tómatelo como si hubieras cambiado de moto.

Resiste a la tentación de cargar más de la cuenta

Las piezas traseras del bastidor, en acero o aluminio, soportan mal el exceso de peso en el portaequipaje, el baúl o las alforjas. Además de arriesgarte a doblar el marco de asiento trasero, estarás comprometiendo gravemente el comportamiento dinámico. Una parte delantera ligera con respecto a la trasera resta fiabilidad a la conducción: a gran velocidad, se puede producir una oscilación de la dirección que puede acabar en bailoteo del manillar.

Respeta el peso máximo autorizado. Ten presente la capacidad máxima de carga si esta aparece reflejada en el permiso de la moto. Los portaequipajes, sean de fábrica o adaptables, poseen una capacidad máxima de carga que no se debe superar. Y esto es válido para todo tipo de equipaje, ya sea flexible o rígido. Cuidado: la capacidad (en litros) de una maleta o de un baúl no es lo mismo que el peso máximo soportado (en kilos). Consulta siempre la nota del fabricante.

Cuidado también con no enredarte los pies con la carga al subir al asiento y no dejarte desequilibrar cuando se instale tu acompañante (si lo llevas). Si pones la moto sobre el caballete, piensa que las posibilidades de que se hunda en un suelo poco firme o en un asfalto reblandecido por el calor son mayores.

Qué tipo de maleta elegir

Según el tipo de moto con el que vayas a viajar, así deberás elegir entre uno u otro tipo de equipaje. Baúl, alforjas flexibles o rígidas, alforjas de depósito, bolsa para asiento, mochila… Elije el que mejor se adapte al volumen de cosas que vayas a transportar y a los puntos de sujeción de tu moto. Es importante que sean impermeables y que no pesen demasiado para no desequilibrar la moto. Y, cuando la cargues, acuérdate siempre de repartir bien el peso.