Nuestros consejos para conducir en días de lluvia

Las estadísticas revelan que conducir con lluvia duplica el riesgo de accidentes. Dos factores son los que explican esta situación: el peor agarre de los neumáticos a la calzada y la falta de visibilidad. ¿Qué precauciones se deben tomar en caso de lluvia? ¿Cómo adaptar la conducción? ¿Qué es el aquaplaning y cómo hay que reaccionar? Un pequeño recordatorio para ponerse al volante con total seguridad.
Nuestros consejos para conducir en días de lluvia
©Willowpix/iStock

Anticiparse a las condiciones meteorológicas, un reflejo imprescindible

Consultar la previsión meteorológica antes de salir tiene una doble ventaja. En primer lugar, permite que pueda salir de casa con mayor antelación, para evitar llegar tarde por los atascos propios de los días de lluvia y, por lo tanto, evadas la tentación de correr. Por otro lado, anticipar el comienzo de la temporada invernal puede permitirle equipar el vehículo con la suficiente antelación.

Consejo: si ya está conduciendo cuando empieza a hacer mal tiempo, sintonice la radio nacional para saber qué alertas meteorológicas se prevén.

Verifique el estado de su vehículo antes de salir a la carretera

Lo primero que debe comprobar es el estado de sus neumáticos. Existen modelos especialmente diseñados para circular por carreteras mojadas. Estos evacúan y drenan el agua con mayor facilidad para limitar el riesgo de resbalones. Los neumáticos deben estar siempre en buenas condiciones: recuerde revisar el indicador de desgaste con regularidad.

Otro elemento imprescindible del coche es el limpiaparabrisas. La goma rígida o desgastada no permite que el limpiaparabrisas cumpla su función, limitando peligrosamente la visibilidad del conductor.

Consejo: recuerde comprobar el nivel del líquido del limpiaparabrisas. En contra de lo que podría parecer, la lluvia, especialmente la ligera, no limpiará el limpiaparabrisas.

Adapte su conducción a las circunstancias

Al conducir por carreteras mojadas, debe tener en cuenta lo siguiente:

  • Las distancias de frenado son mayores.
  • La anticipación se vuelve más complicada.
  • El control del vehículo es más exigente.
  • Aumenta el riesgo de aquaplaning.

Para mitigar los peligros asociados a las fuertes lluvias, puede adoptar las siguientes cautelas:

  • Reduzca la velocidad.
  • Aumente las distancias de seguridad.
  • Encienda las luces de cruce.
  • En caso de lluvia intensa, utilice también las luces antiniebla delanteras.
  • Adopte una conducción suave y previsora.
  • Evite que el habitáculo se empañe abriendo un poco las ventanillas o activando la función de desempañado.

Recuerde: conduzca siempre a una velocidad que le permita controlar la totalidad del vehículo. La lluvia puede comprometer la adherencia del neumático y su propia visibilidad, por lo que debe adaptar su conducción a las circunstancias de cada momento para poder responder ante imprevistos.

¿Cómo reaccionar en caso de aquaplaning?

El aquaplaning se da cuando el vehículo pierde su adherencia a la carretera. Este fenómeno se debe a la capa de agua que se forma entre la carretera y los neumáticos cuando estos son incapaces de evacuar el agua. Es más fácil que se produzca cuando los neumáticos están gastados y puede provocar una pérdida total del control del vehículo.

En caso de aquaplaning, resista la tentación de frenar porque ello lo hará resbalar todavía más. Suelte el acelerador y use el freno del motor para reducir gradualmente la velocidad. Mantenga la dirección de su vehículo hasta que recupere la tracción.

Siguiendo algunas reglas de sentido común es posible conducir bajo la lluvia con total seguridad. Sin embargo, en caso de previsión de mal tiempo, lo más prudente es evitar coger el coche, sobre todo cuando la salida puede posponerse.