Los cuidados del coche en invierno

Estas son las precauciones que debes tomar para proteger y cuidar de tu coche en invierno y bajo la nieve
Los cuidados del coche en invierno
©MICHELIN

Equípate con neumáticos de invierno

Hay quien prefiere montar los neumáticos de invierno solo en las dos ruedas motrices con el fin de garantizar la motricidad del vehículo en el arranque. Esto no es suficiente para garantizar la adherencia óptima ni el nivel correcto de seguridad y rendimiento. Para obtener un mejor control de tu vehículo y una seguridad óptima, Michelin te recomienda equiparte con cuatro neumáticos de invierno:

  • Si tu vehículo es de tracción delantera y montas los neumáticos de invierno solo en las ruedas delanteras, la adherencia trasera disminuye y te expones a hacer un trompo o a patinar en las curvas.
  • Si tu vehículo es de tracción trasera y montas los neumáticos de invierno solo en las ruedas traseras, el eje delantero queda desequilibrado, lo cual aumenta el riesgo de pérdida de trayectoria en las curvas.

La presión de los neumáticos en invierno

Cuanto más baja es la temperatura exterior, menor es la presión de los neumáticos. Por ejemplo, si la presión de un neumático a una temperatura ambiente de 20°C es de 2 bares, a 0°C será de 1,8 bares. En general, la presión de los neumáticos es más baja en invierno: llena los neumáticos de acuerdo con las recomendaciones del fabricante de tu coche. Nuestros consejos :

  • Cuando verifiques la presión de tus neumáticos en frío (neumáticos a temperatura ambiente), sigue las indicaciones del fabricante de tu vehículo para llenarlos
  • Si controlas la presión en un garaje o taller, añade 0,2 bares a las recomendaciones del fabricante de tu vehículo. De esta forma compensarás el efecto “baja temperatura” y circularás con una presión adaptada a las condiciones climáticas.

Los cuidados del coche en invierno

Más vale tener preparado el coche para cuando llegue el frío. El invierno lo somete a una dura prueba. Nieve, hielo, grava y la sal que se pone en la carretera pueden causar daños en tu vehículo. Los arañazos de la carrocería corren el riesgo de oxidarse y el parabrisas va a tener que soportar las diferencias de temperatura entre el exterior y el interior.

Parabrisas

El frío puede hacer que una pequeña grieta en el parabrisas se agrande sin avisar. No esperes a que llegue el invierno para reparar hasta la más mínima grieta o fisura. Una pequeña reparación siempre será menos cara que tener que cambiar el parabrisas completo. Por otro lado, piensa que lo último que te conviene en invierno es añadir riesgos innecesarios. Tampoco dejes de verificar el estado de los limpiaparabrisas: tu visibilidad depende de ello.

Lavaparabrisas anticongelante

Asegúrate de tener líquido lavaparabrisas anticongelante. En invierno es indispensable tener el depósito de lavaparabrisas lleno y en funcionamiento, ya que las salpicaduras de sal no tardan en teñir el parabrisas de blanco. Evita diluir el lavaparabrisas con agua: en caso de una bajada extrema de la temperatura exterior, podría congelarse.

Batería

Vigila el estado de la batería: puede descargarse por efecto de las bajas temperaturas.

Aceite

Asegúrate de que el índice de viscosidad del aceite del motor es el apropiado para tu coche: el frío tiende a densificarlo.

Lavado

Lava tu coche cada cierto tiempo para protegerlo de la sal de la carretera, particularmente agresiva para el chasis, la carrocería y los neumáticos.

Frenos

Controla los frenos: conducir en invierno con frenos insuficientemente cuidados aumenta el riesgo.

Faros

Verifica los faros: las noches son largas en invierno.

Cuándo utilizar las cadenas

Las cadenas pueden ser útiles en caso de nieve muy espesa. De hecho, son obligatorias en algunas estaciones de esquí: infórmate antes de salir si piensas viajar hasta una de ellas.

En el momento de la compra, comprueba que se adaptan a tu vehículo y al tamaño de los neumáticos. Opta preferentemente por las que tengan más eslabones (cadena de rombos o transversal con al menos doce aros para un neumático medio). Esto aumentará el contacto con el suelo.

Antes de salir, prueba a montarlas y desmontarlas. Siempre será más fácil aprender en buenas condiciones que empezar a entrenarse un día de viento, con los dedos medio helados y perdido en una carretera de montaña. Unos minutos de entrenamiento te facilitarán la tarea.

Acuérdate asimismo de llevar las cadenas en un lugar del maletero al que puedas acceder fácilmente: al lado de estas lleva un par de guantes y una linterna (preferentemente frontal para tener las dos manos libres).