La opinión de la Guía Michelin
Aislado en el valle del Arenteiro, este grandioso monasterio cisterciense fue fundado a mediados del s. XII por Alfonso VII. Su nombre recuerda que en otros tiempos la región estaba poblada de osos. En el interior destacan la escalera de honor y el claustro de los Medallones. La iglesia (ss. XII y XIII) es austera a pesar de su fachada barroca de 1637. La sala capitular (ss. XV y XVI) sorprende por sus bellísimas bóvedas.