Este puente inmortalizado en numerosos cuadros es uno de los pocos que conserva su aspecto original. Se construyó entre 1785 y 1787 cuando el Fontanka todavía era navegable y tenía una serie de mecanismos ocultos en las cuatro torres de piedra para levantar o bajar el tablero. Bonitas vistas del río con las cúpulas azules de la catedral de la Trinidad como telón de fondo.