Antiguamente, la isla de Nantes, situada frente al Quai de la Fosse, estaba ocupada en parte por los astilleros. La zona, cerrada en 1987, ha sido objeto de una campaña destinada a dar una nueva identidad a la ciudad. El lugar, en el que abundan las zonas verdes, acoge hoy instituciones relacionadas con la economía, la enseñanza superior, el hábitat, la cultura o el ocio. Con todo, y como demuestra La Fabrique, el primer motor de desarrollo de la isla quizá sea la actividad cultural y turística.